MISTERIOS DE EL ATAZAR ( MADRID )

Tradicionalmente se ha denominado a El Atazar con el nombre de “El Gigante”, tanto por su forma como por el hecho de que posee en muchos de sus puntos profundidades superiores a los cien metros, con una longitud que alcanza los 22 kilómetros en sus riberas.
Son muchas las leyendas rurales que atesora el embalse, como que en sus aguas no se pescan los barbos con la misma facilidad que en otros lagos o ríos cercanos. O que en la superficie del pantano de El Atazar ocurren cosas...

Humanoides y ovnis


¿Qué cosas? Testigos hay que aseguran haber visto más de un objeto volante no identificado, fama que comparte con otro pantano madrileño: el de San Juan. El inicio de estos fenómenos ufológicos tuvo lugar en 1977 y alcanzó su punto álgido entre los años 1979 y 1982. A partir de ahí los casos de avistamientos fueron descendiendo hasta casi desaparecer.
En la desaparecida revista Karma 7, en sus números 202 y 203, correspondientes a los meses de septiembre y octubre de 1989, se hablaba en sendos reportajes de “Fenomenología ovni en el pantano de El Atazar”, escritos por Manuel R. Salazar.
En ellos, recogía el testimonio de varios testigos que desde el año 1979 aseguraron haber visto seres y objetos no identificados que entraban, salían o sobrevolaban la zona.
Uno de los más espectaculares ocurrió en mayo de 1979. En ese mes, unos testigos que se encontraban acampados en la parte oeste del embalse vieron, a eso de las dos de la madrugada, cómo salían de la orilla opuesta dos sombras gigantescas.
Ellos se encontraban a unos 40 metros de distancia. Vieron a dos humanoides de unos tres metros de altura que caminaban, en pareja, de espaldas al embalse.
Las sorpresas no acaban ahí. En medio de ambos flotaba un objeto en forma de triángulo equilátero muy luminoso, con el vértice hacia abajo, que se desplazaba a unos centímetros del suelo sin que ninguno lo tocara.
Y hay más. Aquellos dos seres recogieron algo entre los matorrales y luego se zambulleron en el pantano, siempre en compañía del extraño triángulo de luz. Dejaron en el suelo unas huellas de pie, casi el doble de tamaño de un ser humano normal, sin que nadie encontrase una explicación convincente...
Claro, los escépticos dijeron que todo se trató de una broma, pero huellas parecidas se volvieron a ver en diciembre de 1980 e igualmente en enero de 1981 en ese mismo lugar. En julio de 1979, otro testigo vio tres objetos redondos que salían del centro del pantano, a unos 300 metros donde se encontraba, y cómo se dirigían en dirección Este.
Y en diciembre de ese mismo año, en un informe ufológico fechado el día 26, se dice que a eso de las doce de la noche se observó un extraño aparato en forma de cigarro puro que cruzaba en total silencio el embalse, de izquierda a derecha.
No fue la última vez que se vio algo parecido: en el invierno de 1981 se observó un gigantesco ovni con esa misma forma de cigarro puro, de unos trescientos metros de longitud, sobrevolando el embalse.





Comentarios

  1. Todos tendemos a mirar hacia otro lado cuando se trata de comprender lo incomprensible; pero creo que aunque no veamos, no es susceptible de ser inexistente. Allí pasó y seguro que aún pasa. Raúl.-

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    1. mi amigo y yo podemos garantizar que sigue pasando...

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